Bajo el temporal

Aranburu y Martí pugnan por el esférico

Partido feo de inicio. Lo único destacable de los primeros diez minutos: la afición, que en una noche ventosa y pasada por agua en San Sebastián y a diferencia de los dos equipos sí que salió entonada.  Próximos al cuarto de hora  varias  intentonas realistas le dieron algo de calor a la noche, aunque el partido siguió por la senda del hastío… los mallorquinistas trataron de dar la réplica infructuosamente. La Real Sociedad parecía imponer su juego.

Pasado el ecuador de los primeros cuarenta y cinco minutos, el encuentro acabó por trabarse y no tener un dominador claro. A todo esto, el mejor jugador de la Real Sociedad  resultaba ser Nsue,  que se dedicó a hacer  favores a los realistas. En la recta final de la primera, la real disfrutaría de una doble ocasión de gol  gracias a la internada por banda derecha de Xabi Prieto.  Y así, nos fuimos al descanso con el fiu-fiu del viento zumbando en los oídos y el cero a cero campeando en el marcador de Anoeta.

La segunda mitad se iniciaba con el deseo utópico de que el trencilla le diera al panel de opciones  y cambiara lluvioso por día soleado…Comenzó la Real achuchando insistentemente a base de saques de esquina y bombeos desde la banda, cómo no, derecha. Parecía estar el campo inclinado hacia ese lado, y desde ese lado en el cincuenta y cinco, un centro de Estrada previo pase de Xabi Prieto fue rematado en el primer palo por el ariete  Tamudo  penetrando el cuero en la meta defendida por Aouate. Y a partir del gol, dominio absoluto de los donostiarras con un Tamudo inmenso, dando su mejor versión y disfrutando de ocasiones claras. No obstante, los txuriurdines no lograban cerrar el partido, con el peligro que eso supone siempre. Y claro, nos tocó sufrir y convertirnos  en un frontón… Pero  ganamos, que es lo importante. 34  puntos, que permiten soñar con Europa y  poner la permanencia a tiro de piedra.

Buenas noches, esto fue todo desde San Sebastián.